Si estás pensando en adquirir un inmueble, pero no cuentas con todo el dinero para comprarlo de inmediato ni deseas atarte a un crédito hipotecario desde el primer día, hay una alternativa que tal vez no conocías: el alquiler-venta.
En palabras simples, es un contrato que te permite alquilar un inmueble por un tiempo acordado, con la posibilidad de comprarlo luego, y parte del monto que pagaste en alquiler se descuenta del precio final. Suena interesante, ¿verdad?.
Aquí te explicamos en qué consiste esta modalidad y qué debes tener en cuenta antes de tomar una decisión.
El propietario y tú firman un contrato mixto: durante un primer periodo, tú pagas una mensualidad como si estuvieras alquilando. Luego, si decides comprar, ese dinero que pagaste (o una parte) se descuenta del precio de venta del inmueble.
Es una especie de “compra en cuotas” pero sin ir directamente al banco.
Esta opción puede aplicarse a departamentos, locales comerciales, oficinas o terrenos. El plazo del contrato varía, pero usualmente es entre 2 y 5 años.
VENTAJAS:
DESVENTAJAS:
El alquiler-venta puede ser una buena alternativa si:
✅ Estás seguro de querer un inmueble, pero no puedes comprarlo de inmediato.
✅ No calificas aún para un crédito hipotecario, pero tendrás los recursos en un futuro cercano.
✅ Deseas evaluar bien la propiedad antes de comprometerte totalmente.
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